Se trata de un tipo de célula esencial para el correcto funcionamiento del sistema nervioso. Son más pequeñas que las neuronas pero aproximadamente tres veces más numerosas.
ASTROCITOS: se encuentran en el cerebro y en la médula y son los principales componentes de la barrera hematoencefálica, aunque también intervienen en el almacenamiento de glucógeno, la reserva de nutrientes, la reparación de neuronas dañadas y la regulación del flujo de iones.
CÉLULAS EPENDIMARIAS: constituyen una capa de revestimiento de las cavidades cerebrales, realizando por lo tanto acción de protección y además se encargan de la formación de líquido cefalorraquídeo.
MICROGLÍA: estas células actúan barriendo microorganismos y ejerciendo de filtro. Cuando se produce una inflamación, estas células crecen desmesuradamente y actúan como lo hacen los propios glóbulos blancos.
OLIGODENDROCITOS: son los encargados de crear la capa que recubre los axones de las neuronas, conocida como vaina de mielina y encargada de aislar el axón y permitir una mejor conductividad de los impulsos eléctricos.
CÉLULAS DE SCHWANN: ofrecen una acción combinada de todas las neuronas mencionadas anteriormente: se sitúan entre dos neuronas, fagocitan restos biológicos y forman las vainas de mielina que recubren los axones.
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