El intestino grueso o colon, representa la última parte del tracto gastrointestinal. Se localiza entre la válvula íleocecal y el ano. Se encuentra en la cavidad abdominal, con excepción de su última porción que se encuentra en la cavidad pélvica. Mide aproximadamente 1,5 m. Tiene partes intra y retroperitoneales. Se divide en ocho partes: el ciego, el apéndice vermiforme, el colon ascendente, el colon transverso, el colon descendente, el colon sigmoide, el recto y el canal anal.
- Ciego: es la primera porción del intestino grueso. Está ubicado en la fosa ilíaca derecha y es intraperitoneal. En él se encuentra la válvula íleocecal que regula el paso del contenido del intestino delgado al grueso y evita que refluya. Se encarga de almacenar el quilo y de reabsorber agua y electrolitos.
- Apéndice vermiforme: es una bolsa linfoide con forma de gusano que se encuentra en la fosa ilíaca derecha y surge del ciego. Su función es el mantenimiento de la flora intestinal y la inmunidad de las mucosas.
- Colon ascendente: va desde el ciego hasta ángulo hepático del colon. Ocupa la fosa ilíaca derecha, el flanco derecho y el hipocondrio derecho. Es retroperitoneal. Se encarga de la reabsorción de agua y electrolitos, formando gradualmente la materia fecal.
- Colon transverso: va desde el ángulo hepático hasta el ángulo esplénico del colon. Abarca el hipocondrio derecho, epigastrio e hipocondrio izquierdo. Es intraperitoneal.
- Colon descendente: va desde el ángulo esplénico hasta el colon sigmoide. Está situado en el hipocondrio izquierdo, flanco izquierdo y fosa ilíaca izquierda, por delante del riñón. Es retroperitoneal.
- Colon sigmoide: va desde el colon descendente hasta el recto. Tiene forma de S a nivel de la fosa ilíaca para ingresar en la cavidad pélvica, a la altura de la tercera vértebra sacra. Es intraperitoneal.
- Recto: se extiende desde el colon sigmoide hasta el canal anal. Su función es almacenar almacenar temporalmente las heces y la defecación. Es intraperitoneal y termina en un ampolla dilatada.
- Canal anal: es la parte final del tracto gastrointestinal. Va desde el recto hasta el ano, el orificio de salida del aparato digestivo. Tiene dos esfínteres, internos y externos, que lo rodean. Controlan involuntaria y voluntariamente, respectivamente, la liberación de la materia fecal, y ambos se contraen para evitarla de manera incontrolada.
Además, cabe destacar varias características anatómicas únicas:
- Apéndices omentales o epiploicos: bolsas de peritoneo llenas de grasa adheridas a las paredes del intestino grueso.
- Tenias coli: tres bandas longitudinales de músculo liso que se encuentran debajo del peritoneo y que se extienden a lo largo de ciertas partes del intestino.
- Haustras: saculaciones o abultamientos que confieren su característico aspecto de bolsas. Están formadas por pliegues semilunares en la superficie interna.
Como ya ha sido comentado, el quilo abandona el intestino delgado por la válvula íleocecal hacia el intestino grueso. Este es el encargado de reabsorber electrolitos y agua, convertir el quilo en materia fecal o heces (restos no digeribles de los alimentos), propulsión del contenido intestinal, almacenamiento temporal y defecación. Existe una escala, la escala de Bristol, que sirve para valorar el tipo de heces, ya que según la forma, el color y el aspecto, ya que esta nos ayuda a evaluar nuestra salud intestinal.
- La putrefacción de las proteínas.
- Síntesis de vitamina B1, B2, B12 y K.
- Fermentación de hidratos de carbono (sobre todo celulosa, que no es digerible debido a la ausencia de celulasa, enzima que la descompone en glucosa).
- Formación de gases que producen flatulencia.
- Rotura de vitamina C y B3.
En el intestino humano se estima que existen 100 billones de bacterias, de 0,5-5 micrómetros, lo que equivale en peso a un paquete de arroz (1-2 kg).
BIBLIOGRAFÍA
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