13 nov 2022

Enfermedades del hígado, páncreas y vesícula biliar

Enfermedades del hígado:
  • Insuficiencia hepática: es la pérdida de la función hepática debido a una lesión de los hepatocitos. Su causa más común es un virus de la hepatitis o medicamentos como el acetaminofén; aunque también por una enfermedad autoinmunitaria. Según la causa, se puede revertir con tratamiento. Los síntomas son ictericia (color amarillento en piel y ojos), hinchazón abdominal, aliento con olor dulce o a humedad, vómitos o desorientación. Suele causar edema pulmonar, trastorno de sangrado e insuficiencia renal.
  • Hepatitis: es la inflamación del hígado. Puede ser aguda o crónica. La aguda se desarrolla rápidamente y se resuelve en semanas; en cambio, la crónica se alarga más de seis meses. La causa se debe a un virus, alcohol o fármacos. Existen diferentes tipos de virus: los de la hepatitis A y E, que se transmiten a través del contacto con alimentos o agua contaminados con material fecal; y los de la hepatitis B, C y D que se transmiten a través de la sangre y fluidos corporales (solo C y D). Solo existe tratamiento para la hepatitis C; aunque la más conocida es la B. El principal factor de riesgo es la práctica de relaciones sexuales sin protección. Los síntomas son la fiebre, la fatiga, la orina oscura (coluria), heces claras (acolia), ictericia y pérdida de apetito.
  • Cirrosis hepática: es una etapa tardía de la cicatrización o fibrosis del hígado que provoca la disfuncionalidad del órgano. Es una enfermedad crónica e irreversible. Hay muchas causas pero la más común y conocida es el abuso de alcohol. Por lo general, es asintómatica, aunque cuando esta se agrava, aparece la fatiga, hemorragias, edema de miembros inferiores, pérdida de peso, ictericia, ausencia de menstruación... 

Enfermedades del páncreas :
  • Pancreatitis: es una inflamación del páncreas por la activación dentro del órgano de los enzimas digestivos que produce que, en condiciones normales, se activan en el intestino delgado; produciéndose una autodigestión. Puede ser aguda o crónica. La aguda aparece de forma repentina y dura unos días; en cambio, la crónica dura de 6 meses a años. Los casos leves mejoran con tratamiento o cirugía, pero existe un 4-8% de mortalidad. Según el tipo de pancreatitis los síntomas varían; para la pancreatitis aguda son: fiebre, vómitos, sensibilidad al tocar el abdomen y dolor en la parte alta del mismo. Para la crónica: dolor abdominal que empeora tras la ingesta, pérdida de peso y heces aceitosas con un olor fétido (esteatorrea). Los factores de riesgo son la obesidad, la diabetes, el consumo excesivo de alcohol, el tabaco y antecedentes familiares.
  • Cáncer de páncreas: el más común es el adenocarcinoma ductal pancreático, en los conductos que transportan al exterior los enzimas digestivos. Normalmente se detecta en estadios avanzados ya que, hasta que no se ha extendido a otros órganos, no presenta síntomas. Estos son heces claras (acolia), orina oscura (coluria), picazón en la piel, coágulos sanguíneos, pérdida de peso y diagnóstico reciente de diabetes o diabetes existente que se vuelve difícil de controlar. El tabaco, la diabetes, la pancreatitis, la obesidad y la edad avanzada, además del factor genético, aumentan el riesgo de aparición.
Enfermedades de la vesícula biliar:
  • Litiasis biliar: es la existencia de cálculos dentro de la vesícula biliar debido a diversas alteraciones en el metabolismo de algunos componentes de la bilis. Puede ser de colesterol, la más abundante, o pigmentaria. Los síntomas más habituales son el dolor intenso en el lado derecho del abdomen, vómitos y náuseas. Es más frecuente en mujeres, pero, la edad avanzada, los embarazos, la hipertrigliceridemia, los niveles bajos de HDL, las pérdidas bruscas de peso y las dietas ricas en grasas y pobres en fibra vegetal aumentan el riesgo de aparición.
  • Colangitis: es la inflamación de la vía biliar por una infección bacteriana. Puede extenderse al hígado. Los síntomas son dolor en el cuadrante superior derecho del abdomen, fiebre, escalofríos, orina oscura (coluria), heces claras (acolia), ictericia, náuseas y vómitos. Los factores de riesgo: antecedentes de litiasis biliar, VIH, estrechamiento del conducto biliar y colangitis esclerosante.  

BIBLIOGRAFÍA
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