Hasta ahora, los que padecían patologías respiratorias crónicas debían acudir al hospital casi diariamente para recibir el tratamiento que necesitan. Uno de los avances más llamativos es la posibilidad de contar con atención domiciliaria en enfermedades respiratorias crónicas, donde se requiere la tecnología para diagnosticar y tratar esta enfermedad, con aplicaciones y dispositivos que puedan monitorizar al paciente en cualquier lugar. Esto tiene lugar gracias al avance de las tecnologías de la comunicación (teniendo contacto permanente con el afectado), de la telemonitorización, de la telemedicina y las mejoras de los dispositivos y procedimientos.
Por un lado, mejora la calidad de vida del paciente, permite su vuelta a la vida cotidiana, evitando que acuda al hospital continuamente mejorando el estado de ánimo y teniendo un estilo de vida más autónomo y activo. Por otro lado, se facilita el trabajo de los sanitarios y da beneficios al sistema optimizando tiempo, costes y recursos.
BIBLIOGRAFÍA
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